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Casas en miniatura

Las casas en miniatura o casas de muñecas seducen por igual a mayores y pequeños. ¿Qué tendrán estas construcciones en miniatura para invitarte a asomarte a sus ventanas y descubrir el mundo que ocultan en su interior?

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Si a ti también te apasionan, es el momento idóneo para hacerte con una de ellas y comenzar a decorarla con todo detalle. ¡Disfruta de nuestra oferta!

¿Por qué comprar casas de muñecas en miniatura?

Son el sueño de los más pequeños de la familia, pero también de aquellos adultos que anhelan recrear a escala mundos que les son más o menos cercanos.

Casitas en miniatura: Más que un juguete

Los orígenes de las casas de muñecas se pierden en el tiempo, aunque fue en el siglo XVI cuando adquirieron mayor importancia. En aquel entonces, las diminutas viviendas provistas de estancias como las originales no estaban ideadas para el juego. Representaban un símbolo del prestigio de quienes podían permitirse el lujo de reproducir su propio inmueble en miniatura.

casitas miniatura
Una cocina en miniatura con alto detalle de ollas y otros utensilios.

No se escatimaba en dinero a la hora de lucir una casita provista del más mínimo detalle, tanto en su interior como en la fachada. El resultado eran auténticas obras de arte, tan codiciadas como cuidadas para que reflejaran la vida de sus moradores. Así ocurrió en buena parte del continente europeo, como Alemania y Holanda.

En España, sin embargo, su proceso de construcción tenía lugar a la inversa. Primero se fabricaba la casa a escala y tras comprobar el resultado, incluso una vez amueblada, se optaba por edificar la que estaba llamada a ser habitada por la familia de la alta burguesía que había realizado el encargo. Era sí como acababan estrenando la real.

A pesar de que con el paso de los siglos su función ha ido evolucionando, no han perdido ni un ápice de encanto. En la actualidad, personas de todas las edades se dejan seducir por esos hogares que parecen ideados para liliputienses. Todos ellos tienen algo en común: su deseo de pasearse por el interior de las habitaciones que con tanto esmero son capaces de decorar.

Casa de muñecas de la época victoriana a la actualidad, pero manteniendo la escala

A la hora de reproducir mundos que perfectamente podrían ser habitados por seres fantásticos como gnomos, ninfas y familias de ratones, entre otros, existe una serie de tendencias que ganan peso. La época victoriana es la que más acostumbra a recrearse en construcciones, mobiliario y otros detalles. Desde el papel pintado de las paredes hasta las vestimentas de los personajes, pasando por los accesorios más variopintos.

A pesar de carecer de tanta aceptación, también hay quien prefiere inspirarse en la época actual. En este caso, a las casas de muñecas no les falta un televisor de plasma, ordenadores personales, microondas y hasta teléfonos móviles.

Que te ciñas a un estilo concreto en su conjunto es clave, tanto como mantener en todo momento las proporciones. Lo más habitual es optar por la escala 1:12. Es la reina en el miniaturismo de este tipo. Si llegaras a combinar piezas de 1:12 con otras de 1:14, el realismo del que se dotan las escenas se vería alterado. La magia se desvanecería, restando valor al resultado final.

Los coleccionistas más puristas abogan por la importancia de otras reglas no escritas. Algunos descartan el plástico en favor de otros materiales, como la madera, el metal y la cerámica. Los gustos influyen igualmente, así como las aportaciones personales incorporadas a modo de guiños. No es extraño ver mascotas idénticas a las que tiene el poseedor de la casa o estilos de vida reproducidos a la perfección con el fin de personalizar estas creaciones.

Con todo lujo de detalle

Una vez que adquieras una de estas casas en miniatura, comienza la parte más ilusionante. Tendrás que decorar cada una de las estancias de las que se dota con todo lujo de detalle. Podrás adquirir muebles y otros artículos y, si eres un manitas, tal vez puedas incluso realizar alguna aportación personal. ¿Te atreves?

Suelos, paredes, instalaciones eléctricas y los más diversos enseres irán encontrando su espacio en habitaciones como las que a continuación se enumeran, con ideas para que te sirvan de inspiración.

1. La cocina

No puede faltar una cocina de leña, una mesa llena de manjares y las sillas en las que se sentará la familia de moradores a darse un festín. Puedes añadir la vajilla, cubiertos incluidos, y un mueble que actúe a modo de despensa. Tampoco puedes olvidarte de una jarra de agua, botellas, una escoba, etcétera.

2. El salón

No hay salón que se precie que no esté provisto de una chimenea, un sofá, una biblioteca llena de libros y, por supuesto, una mesa camilla con mantel y tapete. Solo tienes que añadir detalles, como un reloj de pie o de pared, candelabros, un espejo de marco dorado y, por qué no, una cómoda mecedora.

3. El dormitorio

Una cama de matrimonio presidirá el cuarto al que sumarás un armario ropero, mesillas, lámparas de noche, una alfombra y un baúl para guardar los objetos más variopintos. Incorpora un tocador y coloca sobre su superficie botes de perfume o pequeñas joyas. Parecerá verdaderamente real.

4. El cuarto de baño

La bañera será la protagonista, además del lavabo, el váter y el espejo de pared. Hay otras piezas que juegan un papel clave. Ese es el caso de las toallas de distintos tamaños, las botellas de gel y champú, una alfombra pequeña, un cesto para la ropa sucia e incluso, el cepillo de dientes.

5. La habitación de los niños

Con cuna, cama pequeña o literas, pero siempre decorada con aires infantiles. Reparte por el suelo de esta estancia juguetes, incluyendo una casa de muñecas que puede ser idéntica a la que la alberga. Será como idear un mundo en miniatura dentro de otro.

Tu casa de muñecas será tan real como tiempo y esfuerzo dediques a encontrar esas piezas que combinarán a la perfección unas con otras. Deja que la imaginación te transporte a otra época y a un mundo en el que cualquier elemento cabe en la palma de tu mano.